Venezuela Demencial es un artículo escrito por nuestro colaborador Robert Romero @roberttromero

Sin pretender ahondar en el tema que acompaña este título, ya que no soy experto en esta área, ni pretendo serlo, pero si soy estudioso del comportamiento humano tanto individual como colectivo, me parece interesante hacer una analogía del concepto de demencia en cuanto a la reacción del venezolano promedio ante lo político y el poder.

Su descubridor, el Dr. Alois Alzheimer, señaló que la demencia es el deterioro progresivo de las facultades mentales del individuo, lo cual genera graves trastornos de conducta en diferentes grados según sea el caso. Además señala que, no es una enfermedad específica, sino, un término que describe una alteración de la capacidad para recordar, pensar o tomar decisiones acertadas.

Habiendo señalado muy por encima, el concepto y elementos de la demencia, asocio con ella, cómo un número considerable de mis connacionales, no logran discriminar entre lo que les salva o lo que les destruye, no ven la diferencia entre lo irreal, efímero, versus la realidad, lo perdurable, lo esencial.

Como muestra de ello, nuevamente predominan en las narrativas políticas las siguientes frases, “El régimen está a punto de caer; están negociando su salida; están fracturados y traicionándose entre ellos, etc.”, ¿por qué será que todo esto sucede, en abundancia, dentro de la narrativa política venezolana solo cuando hay elecciones?

Si usted es de los que no logra distinguir por qué sucede esta situación, permítame decirle que usted se encuentra dentro del segmento social de los dementes, esos quienes perdieron su capacidad de memoria cognitiva y viven persiguiendo la falacia de la “éxito electoral” dentro de una tiranía, olvidando toda evidencia cualitativa y cuantitativa que usa el régimen, para garantizarse no dejar el poder por esa vía.

A estas alturas no darse cuenta que, el resultado real después de cada proceso de votación en el país es menos libertad y menos democracia, es síntomas de un deterioro cognitivo, o peor, notarlo y aun así actuar en promoción y defensa de este, es señal clara de que se ha agravado la sintomatología en la persona y en la sociedad.

Como lo he dicho en otras oportunidades, Venezuela es un país bajo una ocupación extrajera, que permite como táctica política, el uso de los elementos técnicos de la democracia. No se confundan, en Venezuela si hay votaciones, lo que no hay es elecciones, el régimen permite estos procesos, porque con ellos se visten de lo que no son, demócratas, y ese traje se confecciona con el hilo conductual electorero.

Es hora de que usted deje de buscar culpables fuera del reflejo del espejo, basta de creerse
parte de una solución cuando no es así, luego de un cuarto de siglo deseando “ganar elecciones en tiranía”, véase como parte el problema y no como la solución, ¡despierte y recupere la memoria!, salga del estado de demencia senil inducida al que la lo llevaron. Ser útil no significa hacer lo que sea, ser útil significa hacer lo que se requiere, reza el dicho del vulgo “más ayuda el que no jode”.

El poder de la tiranía se sostiene por la fuerza y solo una fuerza superior hará que esta caiga, hoy se preguntarán, ¿dónde está esa fuerza que no la veo?, ciertamente hay que construirla una vez más, no crea que no puede ser útil por cualquier motivo a la causa en ese escenario, entienda que dejando de legitimar con votos en tiranía a quienes evitan esta opción, tiene un grado de utilidad titánico y fundamental para el fin de la tiranía.

Salga del estado demencial inducido, recuerde todo lo que durante 25 años han hecho los actores dentro del sistema político de Venezuela para evitar el fin de esa desgracia, recupere su memoria, recuerde que la tiranía del país es el socialismo y toda esa clase política que lo protege y defiende con votos.
 
Libertad o Nada.
Robert Romero @roberttromero