Ronald y Simón. Uno, asesinado en Chile, mientras estaba asilado. Otro, un relato llevado al cine, real como el de millones de venezolanos.

Ronald Acuña. Foto: Cortesía.

Ronald.

¡Desesperanza!

¡Que horrible es sentirla!

Pero la siento y crece cada día más cuando pasan cosas como la aparición del cuerpo sin vida del Teniente Ronald Ojeda en Chile.

Ronald, como muchos de nosotros, huyó de Venezuela en búsqueda de un nuevo hogar y de la seguridad que no tenía en su país.

Tenía asilo, se sentía a salvo, como muchos nos sentíamos hasta saber lo que le sucedió.

Hoy la desesperanza duele profundamente y es mayor: no estamos a salvo. El régimen no respeta nada, valores, soberanía, la vida misma.

Ojalá no sea lo que muchos sospechamos y esto haya sucedido con la venia del gobierno de Chile. No sería extraño ver algo así entre gobiernos izquierdistas, capaces de criticarse unos a otros puertas afuera, pero apoyarse secretamente –  y no tanto – cuando se trata de violentar valores o derechos humanos, sólo por ser de la misma línea ideológica. Todo fue violado aquí.

Mi total solidaridad con la familia del Teniente Ronald Ojeda y con todos los que huimos del horror que se vive en Venezuela.

Película “Simón“.

Simón.

Fue duro saber que las esperanzas de conseguir con vida al Teniente Ronald Ojeda habían terminado. Con el corazón herido y pensando que nada me podía afectar más, vi la película “Simón”.

Pero confieso que mis expectativas no eran muchas a pesar de haber escuchado muchos elogios.

Me equivoqué. Es excelente la película, sus actuaciones, fotografía, etc. Y descubrí que, además, sí… si que me pude sentir peor.

Revives la cruenta realidad del asesinato del Teniente Ronald Ojeda, estando fuera de su país, en condición de asilado.

Te puedes sentir aun peor rememorando todo lo vivido desde hace tantos años.

Recuerdas todas las injusticias sufridas ya no por miles, sino por millones de venezolanos.

No olvidas los asesinatos durante las protestas y a los prisioneros políticos que existen desde hace años. ¿Cómo olvidar a los del 11 de Abril?.

Pasa por tu mente la imagen de todos los militares que han osado a mostrar su descontento.

Te indignas al enumerar los supuestos atentados contra el también supuesto “jefe de estado”. En el más reciente, se implica a Rocío San Miguel.

Después de todo esto, solo pido a Dios protegerme, proteger a mi familia. La realidad es que yo no pocas veces me he sentido igual que Simón.

Y saberme, sabernos igual de vulnerables que Ronald, hace aún más urgente mi oración.

Tere Guglietta.