Se aproxima el primer eclipse del año 2024: un Eclipse Lunar Penumbral. El evento sucederá el 25 de marzo. Será visible en el continente americano, y su máximo será a las 7:12, Hora Universal. Este es uno de los tres tipos de eclipses lunares, contando al total y al parcial. Sucede cuando la parte exterior más clara o tenue de la sombra de la tierra cae sobre la luna. Como fenómeno astronómico, su efecto es menos impactante porque no es muy llamativo para la vista del humano. Solo su blanquecina apariencia puede volverse más tenue, hasta que pueda no dejar de lucirse como una típica luna llena.
Los eclipses lunares siempre se producen cuando la tierra se alinea entre el sol y nuestro satélite natural, siempre en su etapa de plenilunio, y así forman un suceso para presenciar. Y este, casualmente, pasará en una fecha especial para los cristianos. Será el Lunes de la Semana Mayor, como si estuviera ofreciendo una señal en un lenguaje celestial.
DESDE LA ASTROLOGIA
Desde la óptica astrológica, cuando se forma un eclipse lunar, siempre acontece en fase de luna llena. Se forma un aspecto de oposición entre luminarias, sol y luna, mostrando esa capacidad de descifrar e igualar las fuerzas que se compensan y nos abren consciencia, conjugando esto con lo que además nos conmueve y motiva. Un eclipse puede representar un cambio de ciclo, una despedida de un lapso vivido. Es la escena que da paso a un nuevo periodo, dando la posibilidad de plantearse la promesa de otro trayecto, otro proceso donde existirán transformaciones. Este eclipse estará marcado por el eje de los signos de Aries y Libra. Además, este evento, después del inicio de un nuevo recorrido zodiacal y, por supuesto, del equinoccio, nos da el presente de su energía impulsora que tanto se necesita para aplicarla en todo comienzo.
Reflexiones…
Ahora bien, esa manifestación que hace opacar a la luna, ocasionada por un eclipse, es un indicativo para que tengamos en cuenta ese lado emocional y, tal vez, presentir que culmina un lapso después de haber logrado una realización, o que una faceta de vida caducó. Se agrega que la plenitud de la luna nos permirte acceso a afrontar los miedos. Sin embargo, al estar bajo un efecto atenuante, es necesario reconocer lo que hace mermar nuestras motivaciones, reflexionar en qué se flaquea, darle entonces despedida a lo que lo genera y permitir el auge de otro ciclo que nos abra espacio a experimentar tránsitos con plazo a nuevos objetivos que nos ayuden a avanzar, reformar y llenarnos de lo que debería ser más justo. Recordemos que los eclipses lunares hacen vibrar más a ese aspecto sensitivo y temperamental.
Balance…
En esta oportunidad, el Sol estará en el signo de Aries a 5 grados 7 minutos. En un signo que ayuda abrir puertas, convoca a dar los primeros pasos, también otorga entusiasmo a los pioneros, enfatiza la conciencia individual, incita emprender y alimenta el espíritu de lucha. De por sí el astro rey, que con gran energía drena su esplendor para incrementar la vitalidad, en este signo fluye bien con su fulgor. La luna toma la posición opuesta exacta en el signo de Libra a 5 grados 7 minutos, que se apega al balance sentimental y es importante complacer y armonizarse con el prójimo, pues es conmovida por el interés de las relaciones afectivas.
Este eclipse en el signo del equilibrio hará palpar ese sentido de las alianzas, sociedades y uniones. Captar qué nos ha hecho conmover en los intercambios, qué se ha ganado y perdido. Y en la evaluación de ese canje emocional, notar si ha sido realmente lo que merecemos para sentirnos realmente satisfechos.
Compromiso…
Se destaca además que todo tipo de contrato, los que nos haga acordar con un compromiso entrelazándonos con otro, es importante para Libra. Sol ariano señalará el valor y razón de cada individualidad. Luna librana, en su penumbra, resaltará la sensorialidad de la correspondencia afectiva. Lo reflejará en lo que debe terminar con el propósito de valorizarse como ser, para luego aproximarse en el refugio de una real armonía en sana existencia con un otro.
BREVE RESEÑA DE OTRAS INFLUENCIAS
En ese momento del eclipse, la regente de libra, la diosa del amor, estará aun en el signo de Piscis. Su incidencia soñadora tratará de dar magia al estado ideal de los afectos y relaciones. A Marte, por su lado, dios de la guerra y regente de Aries recién entrando en Piscis que, aunque contrarresta esa apasionada energía como signo de agua cuya tendencia es de mucha sensibilidad, será necesario orientarlo en esta ocasión para sumar voluntad cuando se amerita un verdadero sacrificio: tomar el arma de la espiritualidad para afrontar el caos y la confusión, y crear una valiente campaña para agregarle fuerza a las capacidades intuitivas, pues su misión es luchar por sueños y objetivos que sean idealistas.
Volviendo a la diosa del amor, estará en buen aspecto con el mas impredecible de los dioses, Urano. Esto proporcionará originalidad y sorpresas en encuentros con el fin de refrescarse con estos, incluso si vienen de un pasado. Al mismo tiempo, tendrá cercano a Saturno, tratando de hacerlo tangible con ilusión, pero sin dejar de pisar tierra.
Por estar en temporada de eclipse pasaran los días y tendremos uno Solar de contundencia. Para prepararnos a un viaje de un novedoso comienzo, ese eclipse ameritará su propia lectura.